Perú, paraíso de las aves: Colibrí

Colibríes del Perú

Los colibríes son aves fascinantes en todos los sentidos, es sorprendente verlos en pleno vuelo frente a una flor de la que se alimentan, zumbando sus alas sin apenas mover el cuerpo, y observar que repentinamente se dirigen hacia otra flor en un vuelo vertical (como un moderno avión de combate) o incluso volar marcha atrás.

Silfo de King (Aglaiocercus kingi); Selva nubosa de la Reserva del Manu, Perú

El hermoso y variable colorido de su plumaje iridiscente, llamado por naturalista norteamericano Audubon como un “resplandeciente pedazo de arco iris”, muestra también reflejos metálicos en la garganta o pecho.

Metalura Tiria (Metallura tyrianthina smaragdinicollis) (Tyriaan Metaltail); Ciudad Inca de Sayaqmarka, Camino Inca a Machu Picchu, Cuzco, Perú

Los colibríes se encuentran en todo el continente americano, desde Alaska a Tierra del Fuego, incluyendo las Antillas caribeñas. Viven en hábitats variados, desde gélidos páramos y punas a 5000 metros de altitud hasta sofocantes selvas húmedas tropicales. Esto justifica la gran diversificación en especies (328) y un gran número de subespecies asociadas (684), sobre todo en las zonas de submontañas neotropicales de los Andes orientales (vertientes a la Amazonía), s donde se encuentra la mayor cantidad de especies.

Los nombres científicos de las diferentes especies así como sus denominaciones en distintas también son especiales... Se hace referencias a piedras preciosas (zafiros, topacio…), astros (estrellas, sol…) o elogiosos adjetivos como “Maravilloso”, “Admirable”, “Brillante”, etc.

Representación del colibrí en el desierto de las Pampas de Nazca (Perú), sólo visible desde el aire. Cultura Nazca (s.I-VII dC)

En el Perú antiguo, también eran motivo de admiración y representación artística. Los colibríes aparecen abundantemente en el arte precolombino; el más conocido es el gigantesco colibrí en el desierto de Nazca, en la costa sur del Perú. Mide unos 70 metros y es sólo visible desde el aire. Sus creadores de la cultura Nazca (s I-VII dC) también lo representaron en la cerámica, al igual que sus contemporáneos mochicas de la costa norte. También aparece en el arte orfebre de las culturas ecuatorianas, colombianas, centroamericanas y mexicanas.

Colibrí en cerámica mochica (s II aC-600 dC) de la costa norte del Perú. Huacas de Moche.

Colibrí Inca de Gould (Coeligena inca) (Gould’s Inca). Inkaterra, Machu Picchu. Perú

Colibrí Pechirrojo (Boissonneaua matthewsii) (Chesnut-breasted Coronet). Inkaterra, Machu Picchu, Perú

Inca de Gould (Coeligena inca) (Gould’s Inca). Inkaterra, Machu Picchu, Perú

Los colibríes son hermoso y frágiles, pero esos no los libra del riesgo de extinción por la acción agresiva de la gente. El colibrí cola de espátula, colibrí maravilloso o colibrí admirable (Loddigesia mirabilis) es una especie de colibrí de tamaño mediano (hasta 15 cm) y colores azul, verde y cobre de cresta violeta, único miembro del género Loddigesia. Esta ave es endémica de la cuenca del río Utcubamba, en la selva alta del norte del Perú. Fue descubierta en 1853 por el coleccionista de aves Andrew Matthews para George Loddiges.

El colibrí cola de espátula es único entre las aves porque tiene sólo cuatro plumas en la cola. En el macho destacan dos largas plumas exteriores en la cola con forma de raqueta que se cruzan mutuamente y terminan en una grandes discos azul-violáceos o 'espátulas', que puede moverlas independientemente.

Al observarlos, nos sorprenden las dos largas plumas que terminan en dos hermosos discos azul-violáceos, que se mueven a increíble velocidad y de manera independiente cada una de ellas. Aunque tiene otras dos plumas más pequeñas en la cola, son la más largas que terminan en una especie de raqueta o de espátula, las que cautivan por la forma en que vibran en el aire.

Es una de las aves más bellas del planeta, es asombra la danza-cortejo que explica por qué también lo llaman Colibrí Maravilloso.

El colibrí Loddigesia mirabilis, con sus colores azul, verde y cobre, y su llamativa cresta violeta es endémico de la cuenca del río Utcubamba, en la selva alta del norte de nuestro país. El gobierno regional lo declaró Patrimonio Natural de Amazonas.

Por la pérdida de su hábitat por la depredación forestal, su población pequeña y su limitado rango está en riesgo. Además, su exuberante cola la pone en peligro de ser cazada; existe la absurda creencia de que los corazones secos de los machos son un afrodisiaco.

el colibrí cola de espátula está en la Lista Roja de Especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), así como pertenece a la lista del Apéndice II del Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

En 2006, la American Bird Conservancy y ECOAN (Asociación de Ecosistemas Andinos) inicio un programa de conservación junto con la Comunidad Pomacochas (lugar donde se encuentra) para proteger a esta ave. Se plantaron unos 30.000 árboles nativos y arbustos para cuidar el hábitat del colibrí. Es el primer programa de este tipo en el Perú.

Hay experiencias positivas. En Tacna, al sur del Perú, una pareja de esposos comparte su amor por la naturaleza preparando un jarabe para alimentan y ayudar a preservar esta especie en peligro de extinción. Cuatro tazas de agua hervida, una taza de azúcar blanca y un poco de colorante vegetal, y el jarabe está listo. Renaud Barreda coloca el jarabe en una especie de bebedero que cuelga del balcón de su casa. En unos minutos llegarán colibríes para alimentarse del néctar. Con pesar, agrega que hay factores como el veneno que se usa para fumigar flores y frutas.